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¿Es seguro el consumo de cannabis durante el embarazo?

Cuando una persona se queda embarazada, toda su vida cambia. No sólo tiene que prepararse para dar la bienvenida al mundo a una nueva vida, sino que debe hacer cambios en su dieta y sus hábitos. Es bien conocido que el alcohol, fumar cigarrillos, ciertos medicamentos y algunos alimentos deben evitarse durante el embarazo.

Pero, ¿y el cannabis? La mayoría de la gente vive en un  ya sea con fines recreativos, médicos o ambos. Desde la creciente legalización de los productos derivados del cannabis, su consumo diario es ahora .

Algunas embarazadas pueden recurrir al cannabis para hacer frente a los desagradables síntomas del embarazo, como las náuseas, el ardor de estómago o los dolores corporales. Sin embargo, un estudio reciente de 91鶹ֱ encontró que el consumo de cannabis durante el embarazo aumentaba en 1,3 veces la probabilidad de resultados poco saludables.

CONOZCA LOS RIESGOS

El  sobre la exposición al cannabis, en el que participaron más de 9.000 embarazadas de ocho centros médicos de EE.UU., encontró que el consumo de cannabis durante el embarazo se asociaba a un mayor riesgo de estos resultados no saludables:

El THC, el compuesto psicoactivo del cannabis responsable del efecto de la droga, puede atravesar la placenta y exponer al feto.

Aunque todavía existe cierta incertidumbre sobre los resultados a largo plazo, hay otras preocupaciones en torno al desarrollo neurológico del feto cuando se expone al consumo de cannabis durante el embarazo.

"El desarrollo neurológico no es algo que ocurra sólo en las primeras etapas del embarazo", dice la doctora Torri Metz, investigadora principal del estudio y ginecóloga y obstetra de la Universidad de Utah. "Los fetos tienen un gran desarrollo neurológico incluso en el tercer trimestre, por lo que el consumo continuado de cannabis podría afectarlo. También vemos problemas de atención más adelante en la vida de los bebés que estuvieron expuestos al cannabis en el útero."

ALTERNATIVAS MÁS SEGURAS

Las embarazadas que se sientan tentadas a consumir productos derivados del cannabis deben saber que existen alternativas que pueden aliviar sus síntomas sin poner al bebé&Բ;en riesgo de sufrir resultados negativos.

Si tiene fiebre o dolores corporales generales durante el embarazo, puede tomar paracetamol. Si sufre de náuseas, su médico puede recomendarle Zofran o Diclegis.

Para controlar la ansiedad y el estrés, pruebe lo siguiente:

  • Hacer ejercicio: Incluso un corto paseo alrededor de la manzana o unos minutos de estiramientos pueden aliviar el estrés.
  • Atención plena: La meditación y el yoga son formas seguras y eficaces de reducir la ansiedad.
  • Terapia: Acudir a un profesional licenciado en salud mental puede ayudarle a aprender formas seguras de afrontar el estrés durante el embarazo.
  • ISRS: Si los métodos anteriores no funcionan, su médico puede recetarle un ISRS (es decir, Prozac, Zoloft, Celexa). Se consideran seguros durante el embarazo.

"Existe la idea de que, como el cannabis es natural, no es perjudicial", explica Metz. "Pero muchas opciones para las náuseas, la ansiedad y la depresión están muy estudiadas y son seguras durante el embarazo. Por eso es muy importante que las pacientes mantengan una conversación abierta con su médico sobre por qué consumen cannabis. Hay muchas alternativas más seguras".

AYUDA ADICIONAL DISPONIBLE

Si consume cannabis con regularidad y se queda embarazada, lo mejor es dejarlo pronto.

"Incluso si lo ha consumido en el primer trimestre, dejarlo lo antes posible va a minimizar los efectos sobre la placenta y el neurodesarrollo", afirma Metz.

Si le preocupa tener un trastorno por consumo de cannabis o cualquier otro trastorno por consumo de sustancias, hay muchos  que pueden ayudarle a avanzar para que pueda tener un embarazo saludable.

La Clínica de Uso de Sustancias y Embarazo-Recuperación, Adicción y Dependencia (SUPeRAD, por sus siglas en inglés) de 91鶹ֱ se especializa en la atención individualizada y sin prejuicios para embarazadas y puérperas que también luchan contra el trastorno por uso de sustancias. Es la primera clínica de este tipo en el Mountain West y ha tratado a 1300 pacientes embarazadas desde su apertura en 2017.